En el momento que asumimos la responsabilidad de “hacer lo que nunca hemos hecho para poder llegar a donde nunca hemos ido”, entramos en un proceso largo y agotador, que sólo da resultados a largo plazo. Entonces nos pondremos a prueba para vencer nuestros miedos y a nuestros peores enemigos que son las viejas costumbres. Si nos llenamos de orgullo tonto y nos justificamos a nosotros mismos diciéndonos “es que yo soy así”, entonces no estamos dispuestos a cambiar.

Repetidas veces escucho la frase: ”lo mejor que te puede ocurrir en tu carrera profesional (o los negocios) es que hagas lo que te gusta y que además te paguen por eso”. Considero esta idea limitada, porque nuestros gustos cambian a medida que pasan los años. Pienso que la idea de la frase no es mala, insisto que es de corto alcance. Yo no disfrutaría mucho que me pagaran por jugar “Monopolio”, yo prefiero ir al mundo real a comprar y vender propiedades, invertir en ferrocarriles de verdad y que me paguen los que se hospedan en mi hotel. También los riesgos son mayores porque si vamos a la cárcel, no hay tarjeta naranja que nos dé la libertad con sólo mostrarla, ni tampoco hay un “Go” por el cual te dan los 200 con sólo pasar por ahí. Si sólo nos dedicamos a lo que nos gusta tenemos un hobbie. Como ocurre a los deportistas profesionales que pasan de jugar por diversión a entrar en un intenso régimen de entrenamientos, alejándose también de sus familiares y amigos cercanos, jugando en climas a los que no se está acostumbrado, soportando las groserías del los fanáticos del equipo contrario, y mucho más cosas que no vemos aquellos que no estamos en sus zapatos. Entonces ya no sólo juegan para sí mismos sino también para el público que les exige cada vez un nivel más alto.
Actuar para alcanzar lo que buscamos significa que debemos estar dispuestos a hacer cosas aunque no nos gusten: convertirnos en vendedores, hablar en público, aprender a trabajar en equipo, convertirnos en líderes con el ejemplo, dejar de lado las actividades que nos hacen perder el tiempo, en fin debemos estar dispuestos a cambiar. Por qué es la capacidad de cambio la cualidad más importante, en mi opinión, porque las demás cualidades como la disciplina, perseverancia, innovación, buenas ideas, trabajo duro, pasión y otras más podrán crecer dentro de nosotros sólo si les abrimos las puertas. El cambio es la llave que abre las puertas, las demás cualidades llegarán en su momento, más la invitación ya queda hecha.
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